¿Eres un expatriado español en tierra extraña y has dejado tu país para estudiar o trabajar en el extranjero? ¿Te preguntas por qué es tan difícil integrarse con profundidad en una nueva sociedad? ¿Quieres saber la razón de comportamientos "extraños" de la cultura en la que vives? A través de la descripción cultural, este blog pretende evaporar los malentendidos culturales, mejorar el aprovechamiento de la experiencia en el extranjero y facilitar la integración en una nueva cultura.

¿Tocar o no tocar?

“Vas paseado por la calle y ves que un niño se resbala y se cae al suelo. Como estás a su lado, lo levantas y le dices que no llore, que no pasa nada. Al alzar la vista, su madre te lanza una mirada asesina, coge al niño y lo aparta de ti”.

Tocar, no tocar o cuánto y cómo lo puedes hacer depende de la cultura. Por ejemplo, dar dos besos a alguien que acabas de conocer es educado en España, mientras que en Irlanda se percibe como invasión o exceso de familiaridad. Abrazar a una persona del sexo opuesto, aunque tengáis una relación cercana, tampoco está muy bien visto y puede causar malentendidos que querrías haber evitado.

Aunque sólo hayas querido ser amable, tocar levemente el brazo de un irlandés mientras habla es una grosería

Las razones de este comportamiento no están claras. Sin embargo, hay estudios (como el de Dr Ken Cooper, en 1979) que indican que contra más “frío” sea el clima del país, más “fríos” (a nuestro parecer) y menos “exuberantes” (al suyo) parecen sus habitantes. En esta investigación, por ejemplo, se observó que en Puerto Rico las personas se tocaban una media de 180 veces por hora, en Paris de 110 y en Londres de 0.

Los irlandeses no son “fríos” o “cerrados” o “poco cariñosos”. Simplemente, ellos se relacionan de otra manera: para ellos, nosotros somos “desagradablemente abiertos” y “excesivamente cariñosos”

Problemas

Aunque parezca una pequeñez, tocar o no tocar puede tener malas consecuencias. Los españoles utilizamos el tacto para transmitir mensajes a los demás: “te escucho”, “¿estás bien?” o “déjame hablar, por favor”. Sin embargo, si tu interlocutor irlandés no comprende lo que le estás queriendo decir, tú mensaje se queda a medias.


Por ejemplo, tú le tocas el brazo como señal que le estás escuchando. Sin embargo, él no comprende este mensaje porque está acostumbrado a oírlo con palabras (“te escucho”) o verlo con gestos (un movimiento de cabeza). Al cabo de unos minutos, tu interlocutor piensa que no te importa lo que dice y para de hablar: “¿para que voy a perder mi tiempo con alguien a quién no le interesa lo que digo?”.

También, es posible que tus buenas intenciones sean vistas como groseras, maleducadas e invasivas. Abrazar más de lo que ellos hacen normalmente, dar besos cada vez que te encuentras con alguien, rozar a algún peatón cuando pasas por la calle y quedarte de pié muy cerca de alguien (a menos de 50 cm y aunque sea en un concierto masificado) te va traer malas miradas.

Posibles soluciones

Es importante tener en mente que tocar tanto como lo haces en España está muy mal visto en Irlanda. Para habituarte, te propongo esta analogía: imagínate que un desconocido viene y te toca tanto como lo hacían tus padres cuando eras niño; qué incómodo y qué cara que tiene, ¿verdad? Los irlandeses sienten esto cuando te comunicas con ellos.

Si hacer esto te resulta muy difícil, puedes utilizar una estrategia inversa: espérate a que ellos inicien el tacto. Cópiales, sígueles y no empieces antes que ellos; y ya verás cómo al cabo de un tiempo te acostumbras. También, no olvides ciertos tabúes que te pueden traer muchos problemas: no toques para nada a personas del sexo opuestos, si eres mujer, o de cualquier sexo, si eres hombre (si no tienes una relación muy cercana con ellos, claro :P) ni a niños o adolescentes. En Irlanda, los profesores no pueden cerrar la puerta de la clase si se encuentran a solas con un estudiante; así que vigila mucho con esto.

Finalmente, recuerda que, ahora que no puedes transmitir casi nada con el tacto ni con grandes gestos (ver La desconcertante amabilidad irlandesa), tendrás que hablar más. Usa más expresiones amables y palabras precisas y conseguirás que el otro comprenda a la perfección lo que quieres decir.


1 comentario:

  1. En efecto, esta entrada y la de "La desconcertante amabilidad irlandesa" están muy relaciondas. Los irlandeses verbalizan lo que los españoles "decimos" con miradas, gestos o el tacto, y por eso nos parecen tan fríos gestualmente y tan amables oralmente.

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